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Miradores en Madrid

Mirador del Faro de Moncloa en Madrid
Mirador del Faro (Faro Moncloa). Madrid, Spain
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10 miradores para ver Madrid desde arriba

Uno de los espectáculos más naturales de cualquier ciudad con relieve o con edificios de altura son sus miradores. Emblemáticos, tradicionales, de nuevo cuño. Siempre hay donde elegir para subirse, para ganar altura sobre las calles y las construcciones, para ver y para disfrutar. Madrid no es diferente. O tal vez sí.

La ciudad de Madrid tiene cada uno de esos elementos. Relieves, desigualdades geográficas que se ven como alturas en su callejero y edificios clave que literalmente ponen Madrid a los pies. Subir de forma sistemática a una selección de miradores de Madrid puede convertir un itinerario con alturas en una de las formas más originales de conocer la ciudad.

Nos atrevemos a dar las claves para encontrar esos lugares, sí, claves. Una decena de miradores para ver Madrid desde arriba.

Teleférico de Madrid

Es algo así como un mirador móvil que permite ver todo Madrid. Se trata de un teleférico con cabinas que une el Paseo del Pintor Rosales con la zona de la Casa de Campo. El recorrido dura algo más de diez minutos, la ruta aérea tiene una longitud de casi 2,5 kilómetros y la altura máxima del itinerario es de 40 metros. Este original sistema de transporte cuenta con 80 cabinas habilitadas para cinco plazas cada una.

Teleférico de Madrid

– Palacio de Cibeles CentroCentro. Se trata de un espacio cultural situado en el centro de Madrid de carácter público y ubicado en el Palacio de Cibeles. Las visitas al mirador tienen un precio equivalente al de un viaje en autobús urbano.

Alternativa, en cualquier caso, el acceso al punto panorámico es gratuito cada miércoles y desde los ventanales de la planta sexta se tienen las mismas vistas, gratis.

Templo de Debod

Es una construcción egipcia regalada a España por el país africano hace más de medio siglo que ofrece unos atardeceres sobre Madrid mágicos. En uno de los extremos de la explanada de las construcciones antiguas hay un mirador que mejora la experiencia.

Mirador de Moncloa

 Está situado en el Intercambiador de Moncloa. Especialmente indicado para los más románticos porque cada día de buen tiempo el lugar regala unos atardeceres de película. Desde el mirador se puede observar la Sierra Norte de Madrid, el Arco de Triunfo de Moncloa y su faro.

Faro de Moncloa

Es obvio que la torre de comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid debe figurar como uno de los lugares clave para ver la ciudad desde las alturas. La torre se alza 110 metros sobre la rasa de la calle, aunque su mirador semicircular está a 92 metros de altura. Es la 11º construcción más alta de la ciudad. Desde arriba se puede ver todo el noroeste de Madrid. Está abierto los martes y los domingos.

Gourmet Experience

Se trata de un punto panorámico situado en la novena planta del edificio de El Corte Inglés de Callao. No es obligado abonar una consumición para disfrutar de las vistas.

Mirador de la Huerta de la Partida

Está en la Casa de Campo. En la huerta del mismo nombre. Lo más curioso de este punto es que no es precisamente un enclave elevado. Su situación permite ver el skyline de Madrid de manera clara.

Viaducto de Segovia

Las vistas desde este puente urbano ofrecen imágenes muy sugerentes del Palacio Real, de la Catedral de la Almudena, de la zona de la calle Bailén y de la zonas más tradicionales del Madrid de los Austrias.

Círculo de Bellas Artes

Está ubicado en la calle de Alcalá. Su acceso no es gratuito, pero, por un módico precio, se puede disfrutar de una azotea con hermosas vistas del centro madrileño.

Parque del Cerro del Tío Pío

Este espacio verde es conocido popularmente como el Parque de las Siete Tetas por el perfil característico de sus elevaciones. Algunas de esas alturas son las que ofrecen las vistas recomendables sobre Madrid. Para llegar al Parque del Cerro del Tío Pío hay que bajarse en la estación de metro de Portazgo. Dirección: calle Ramón Pérez de Ayala.

Bueno, ya sabes como convertir la experiencia de una visita a Madrid en un auténtico subidón. En un sentido literal, claro. O no.