El Rastro es el mercadillo más grande de Madrid y de Europa, y probablemente el más popular de casi toda España, ubicado en el centro de la capital y organizado todos los domingos y días festivos del año al aire libre. Con una gran variedad de productos en sus puestos, tanto antiguos como nuevos, es uno de los atractivos turísticos más imprescindibles, así como un plan de fin de semana muy habitual también, aun hoy, para muchos madrileños.
De hecho pocos serán los habitantes de la ciudad de Madrid que se hayan resistido a acudir algún domingo por la mañana al Rastro, a pasear entre sus infinitos y variopintos puestos buscando vinilos antiguos, muebles y objetos de decoración, juguetes, ropa nueva y de segunda mano…Y así hasta que llega el mediodía, poniendo fin a una ajetreada mañana en cualquiera de los bares cercanos para descansar los pies y disfrutar de una cerveza fresca o de un tradicional vermú. En definitiva, se trata de un plan imprescindible de domingo, tanto para los lugareños como para todas aquellas personas que visiten la ciudad. Un plan lleno de tradición y de ambiente que hará las delicias de todo aquel que disfrute de las compras y del tapeo más castizo y característico de la península ibérica.
Qué podemos encontrar en el Rastro de Madrid
Se dice que el Rastro es el mercadillo más grande de Europa, con hasta 3.500 puestos diferentes con productos de todo tipo que se extienden por diferentes calles de la ciudad de Madrid, en una zona del centro donde antaño vivían las clases obreras de la capital. Su origen se sitúa en la Edad Media, donde diferentes trabajadores (personas que se dedicaban a la producción y venta de ropa, de pieles, de cachivaches que se recogían de aquí y allá y con los que los vendedores se ganaban la vida…) se reunían para ofrecer una amplia gama de productos a muy buenos precios. Sin embargo, el Rastro (tal y como lo conocemos hoy en día), no tuvo su origen hasta el año 1740 durante el reinado de Carlos III.
Fueron muy comunes también las ventas de antigüedades, una de las principales señas de identidad del Rastro hoy en día (muchas ubicadas ya en tiendas físicas en los márgenes de las mismas calles por las que se desarrolla el mercadillo) o la venta de animales (hoy prohibida salvo en tiendas especializadas) que tenía lugar sobre todo en la calle Fray Ceferino González o “calle de los pájaros” (como era conocida popularmente) donde antaño se vendían animales, siendo muy típicos los pájaros teñidos de colores especialmente en los años 80.
Origen y desarrollo del Rastro de Madrid
Como veíamos, el origen del mercadillo del Rastro en Madrid se sitúa en la Edad Media, y en concreto en el siglo XV, siempre regulado por el gobierno local de turno y creciendo y evolucionando sin parar hasta nuestros días, pero el origen real del Rastro que conocemos no llegaría hasta el siglo XVIII. De hecho, el propio nombre del Rastro se cree que procede de la propia actividad que iría dando origen al mercado en aquella época, y que era la de los ganaderos que acudían al matadero de la ciudad de Madrid, desde donde transportaban después a las reses hasta las tenerías (o talleres donde se curtían y trabajaban las pieles), situadas en la calle Ribera de Curtidores y alrededores. Las manchas de sangre del ganado transportado iban dejando un “rastro” desde el matadero hasta las tenerías, y ese rastro es el que finalmente daría nombre al popular mercadillo.
Hoy en día el Rastro es un mercadillo que goza de fama internacional y que puede compararse muy bien con otros mercadillos de renombre europeos, como el mercado de Portobello en Londres, y no es para menos, pues es un mercado perfecto para todo tipo de edades y estilos, pues puede encontrarse de todo: desde música, libros o ropa, hasta muebles, artesanía, aparatos de todo tipo o las antigüedades que antes veíamos.
Eso sí, si buscamos algo en particular es bueno saber que los productos se distribuyen también un poco por zonas, siendo las más destacadas las siguientes:
- Plaza de Cascorro. Zona muy popular y conocida sobre todo por albergar las mayores colecciones de ropa de todo el Rastro.
- Calle de San Cayetano. Conocida también como “calle de los pintores”, es la zona en la que suelen encontrarse especialmente artículos y productos relacionados con el arte, habiendo ya muchos puestos y tiendas permanentes de dibujos y pinturas.
- Plaza del General Vara de Rey, Plaza de Campillo del Mundo Nuevo y Calle Rodas. Estas zonas están muy enfocadas en los cómics, los sellos, las revistas o los cromos. Por ello, niños y no tan niños suelen acudir aquí para intercambiar cartas, buscar cromos famosos o dar con algunos especiales de colección. Además, en la Plaza del General Vara de Rey también podemos encontrar un mercadillo alternativo los sábados, especializado sobre todo en artesanía y antigüedades y conocido como “el Rastro de los sábados”.
- Calle Carnero y calle Carlos Arniches. Si eres un fanático/a de la lectura y de los libros antiguos, especiales o de colección, no te pierdas estas dos calles, pues es donde más variedad de este tipo de productos encontrarás.
- Calle de Mira el Sol. En esta zona se suelen encontrar también películas y objetos relacionados con el cine.
- Ronda de Toledo. Zona también muy popular en la que suelen encontrarse los mejores artículos musicales y vinilos de todos los tiempos.
Situación y horario del Rastro de Madrid
El Rastro se organiza todos los domingos y festivos del año, desde las 9 de la mañana hasta las 15 del mediodía, en el barrio de la Latina. Se inicia en la Plaza de Cascorro, presidida por una estatua del soldado Eloy Gonzalo, y desde ahí se desarrolla cuesta abajo en dirección hacia el río Manzanares. La calle principal por la que discurre el Rastro es la calle Ribera de Curtidores (de donde viene como hemos visto el nombre del mercadillo), terminando en la propia calle Embajadores.
Debido a su gran tamaño (unos 3.500 puestos ambulantes), el Rastro discurre por diferentes calles y zonas de Madrid, siendo varias las líneas de Metro que podemos coger para llegar: Línea 1 (Tirso de Molina o Sol), Línea 2 (desde Sol u Ópera), Línea 3 (Embajadores, Lavapiés o Sol) y Línea 5 (Latina, Puerta de Toledo o Acacias).
Cuando llega la hora del cierre de puestos de este rastrillo de Madrid, lo que sucede a las 15 de la tarde, es buen momento para descansar en cualquier bar de los muchos que hay en la zona, y descansar un poco mientras se disfruta del tapeo típico madrileño y de un increíble ambiente tras la visita al más famoso mercadillo de Madrid un domingo cualquiera. Te decidas a comprar algo o no… ¡no existe mejor plan!
